El Partido de los Trabajadores Socialistas prepara una campaña a favor del genocidio.

La extrema izquierda y el lesbofeminismo preparan movilizaciones contra la vida para el 28 de septiembre en toda Hispanoamérica

Desde los sectores de la izquierda más extrema, con el apoyo del lesbofeminismo y los organismos internacionales, se está organizando una movilización general contra la vida para el próximo 28 de septiembre.



Mientras en España la mayoría de providas (o que dicen serlo) alardean de aconfesionalismo, en Hispanoamérica los promuerte tienen más que claro quiénes son sus enemigos en esta lucha. Así, desde la página del Partido de los Trabajadores Socialistas llaman a la movilización con los siguientes argumentos:

Este 28 de Septiembre miles de mujeres de toda Latinoamérica nos movilizaremos por el derecho al aborto legal seguro y gratuito. En Argentina, venimos de la aprobación del matrimonio igualitario que significó una gran conquista democrática y propinó un duro golpe para la Iglesia Católica. Se demostró que somos miles los y las que dijimos ¡Basta de que la Iglesia se meta en nuestras vidas y en nuestras camas!
Ante millones de personas quedó en evidencia la retrógrada posición de la Iglesia Católica que mientras sostiene en sus filas a curas abusadores, cuya máxima expresión en el país es el cura Grassi que fue condenado a 15 años de prisión y se encuentra en libertad y dando misa como si nada, pretende imponer lecciones de “moral y buenas costumbres” que ya no convencen ni a sus propios fieles. Ni hablar de personajes como el cura Von Wernich, condenado por participar del genocidio, ni siquiera fue excomulgado y hoy mantiene su status de sacerdote…

En un país donde la mayoría de las personas se definen católicas, fue masiva la aceptación de la aprobación del matrimonio igualitario. Nada explica sino cómo el oficialismo kichnerista, luego de reiteradas idas y vueltas, y poniendo en riesgo con sus vacilaciones la aprobación del matrimonio entre parejas del mismo sexo, decidió finalmente subirse a la marea de la “igualdad”, en una búsqueda evidente de sacar rédito político.