jueves, 30 de septiembre de 2010

La situacion en Venezuela despues de las elecciones.

¿Qué cambia en Venezuela tras las elecciones?

Sep-28-10 - por Milagros López Belsué*
Las recientes elecciones legislativas en Venezuela han sido catalogadas como muy relevantes tanto para el chavismo como para la oposición. Para el primero se halla en juego la continuidad de la denominada "revolución bolivariana" y para la segunda el fin de la "radicalización del proceso político" y la disminución de la concentración del poder en manos del presidente. Como en otras ocasiones, al afirmar que está en juego el futuro de su "revolución socialista", Chávez transformó estas elecciones legislativas en un referendo sobre su liderazgo, se votó por o contra su figura.
El país se encuentra polarizado en dos partes prácticamente iguales frente a su decisión de voto. Es que de acuerdo a los resultados dados a conocer por el Consejo Nacional Electoral (CNE) los partidos que integran la Mesa de la Unidad Democrática -conformada en junio del año pasado por la mayoría de los partidos opositores buscando ser un referente político y social frente al chavismo - alcanzaron el 48% de los sufragios y 65 bancas en la unicameral Asamblea Nacional, el oficialista PSUV obtuvo el 46,4% de los votos y 98 escaños, mientras que Patria Para Todos (PPT) -que representa el voto "ni-ni", ni chavista, ni antichavista- logró el 2,91%, es decir, 2 bancas. Si se suman los votos de la MUD y PPT, la oposición al chavismo obtiene el 51% del total de votos -sin incluir el 3% de votos de partidos minoritarios-, pero ello supone sólo el 40% del total de la Asamblea Nacional (67 diputados).
El tema es que con la Ley Orgánica de Procesos Electorales, los votos de los venezolanos no valen igual en los comicios parlamentarios, ya que se impone un sistema electoral cuasi mayoritario que permite que una mayoría, aunque sea relativa, quede sobre representada, y las minorías sub representadas. En ciencia política esta distorsión técnicamente se conoce como malapportionment, y se da justamente cuando la asignación de los escaños a las divisiones distritales no coincide con las proporciones poblacionales de cada una de ellas.
En este sentido, en las entidades que concentran la mayor cantidad de electores del país: Zulia, Miranda, Carabobo, Lara, Aragua y el Distrito Capital (donde la oposición es mayoría), fueron inscritos para votar el 52% del electorado, pero se eligen solo 64 diputados de la Asamblea Nacional, es decir, 39% del total de las bancas. Los 101 diputados parlamentarios restantes (61% de la AN) son seleccionados por los electores de los 18 estados restantes en donde está registrado el 48% de los electores del país. Hay que tener en cuenta que Chávez pierde en todos los Estados de mayor población y obtiene ventajas en los Estados que son más difíciles de acceder para la oposición y donde el aparato público utiliza su asistencialismo a través de programas sociales. En tales lugares, donde la pobreza es altísima, la dependencia de la ayuda estatal es para muchos ciudadanos indispensable.
Cada parte hará su lectura de los recientes resultados electorales: Chávez y sus partidarios hablarán de triunfo por haber obtenido mayor cantidad de diputados en la AN; la oposición, por su parte, hará lo propio buscando resaltar el mayor porcentaje de votos obtenidos.
Chávez ha logrado la mayoría en el Poder Legislativo, aunque no ha llegado a los deseados dos tercios de la cámara (110 diputados), con lo cual el oficialismo necesitará llegar a acuerdos con otras bancadas para aprobar leyes orgánicas y ya no podrá designar a los magistrados del Tribunal Supremo, al Fiscal General, al Defensor del Pueblo, al Contralor General y a los miembros del CNE. El chavismo tampoco habría conseguido las 3/5 partes (99 diputados) con las cuales la Constitución autoriza al Parlamento poder seguir dándole al presidente Hugo Chávez poderes especiales para legislar, a través de la Ley Habilitante.
La oposición ganó en voto popular, aunque no en escaños, lo que supone un importante golpe en la credibilidad y la legitimidad del gobierno chavista, pese a la victoria en escaños del oficialismo. Aprendió que "la unidad hace la fuerza" y que es posible, como ocurrió en el referéndum constitucional de 2007, hacer frente al oficialismo.
La Asamblea Nacional electa -que se instalará el próximo 5 de enero- será diferente a la actual, porque en ella estarán representadas distintos partidos políticos e ideologías, aunque la AN seguirá con mayoría chavista.
Lo cierto es que pese a la crítica situación socio-económica del país, y al estilo autoritario de su gobierno, Chávez sigue ganando las elecciones incluso contra una oposición unida. A pesar de que su popularidad viene en retroceso, y actualmente ronda el 36-44%, el mandatario venezolano sigue siendo el político más popular del país, en especial entre los muchos habitantes de zonas empobrecidas del país. Además de su carisma, Chávez tiene acceso ilimitado a medios televisados y a los fondos del estado -que provienen principalmente del petróleo- para continuar financiando sus misiones sociales de acuerdo a sus intereses. En el corto plazo, es muy probable que antes de enero apruebe las leyes pendientes en la Asamblea y que su política continúe radicalizándose -muchos temen que hasta gobierne por decreto-. Recordemos que cuando un miembro de la oposición fue elegido alcalde de la capital, Caracas (Ledezma), en 2008, el gobierno de Chávez simplemente creó un puesto nuevo de "Distrito Capital" y transfirió la mayoría de las funciones más importantes, el financiamiento y el personal al nuevo puesto.
Ahora bien, de cara a las elecciones presidenciales de 2012 todo puede pasar. Como afirma Giovanni Sartori, "toda legitimidad se deteriora después de una prolongada ineficiencia", y Chávez va en ese camino. Tras las elecciones legislativas, por primera vez desde 1999, cuando comenzó el Gobierno del mandatario venezolano, la oposición es mayoría electoralmente (aunque no se refleje en la composición de la AN por las razones ya mencionadas). En este contexto, la oposición, además de mantenerse unida, necesitará de un programa claro, de credibilidad y de un liderazgo firme y reconocible, a fin de profundizar su reciente triunfo electoral y demostrar que es posible una alternativa al chavismo.

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