miércoles, 16 de febrero de 2011

Ortega se quedo con el canal 8 de Nicaragua.

La verdad "Bolivariana"
La familia de Daniel Ortega (o sea Daniel Ortega) acaba de comprar (aparentemente con la participación de los habituales testaferros de por medio) el Canal 8 de Televisión de Nicaragua.
Por Emilio J. Cárdenas (*)

Siempre he sostenido que los más conocidos líderes autodenominados “bolivarianos” tienen un lamentable denominador común: la corrupción.
No sólo intelectualmente. También económicamente. Crematísticamente. Y a cada paso y en cada escenario en el que ellos actúan, los hechos así lo comprueban. El objetivo compartido de enriquecimiento personal aparece claro. Nítido.
No sólo hacen fraudes absurdos, por lo burdo, como las de las valijas de Antonini Wilson financiando ilegalmente -desde Venezuela- la campaña electoral en la Argentina de la compañera de ruta Doña Cristina Fernández de Kirchner. También maniobras patrimoniales personales que apuntan a transformar a los líderes “políticos” en potentados económicos. El último episodio tiene que ver con Daniel Ortega y ha sido denunciado por “La Prensa”, de Managua
La familia de Daniel Ortega (o sea Daniel Ortega) acaba de comprar (aparentemente con la participación de los habituales testaferros de por medio) el Canal 8 de Televisión de Nicaragua.
De esa manera profundizará la manipulación de la opinión pública, incrementará su patrimonio y embolsará dinero, todo a la vez. Se trata de haber asumido el control de “Televisora Nicaragüense SA”, empresa de medios que, además del Canal 8, es dueña de Radio Clásica (antes Radio Uno) y de la frecuencia 101.9, en Frecuencia Modulada. Ahora su apoderado es Don José Mojica Mejía, un hombre de confianza del entorno íntimo de Ortega. Una manera de describirlo, solamente.
Para “La Prensa”, la operación en cuestión se habría hecho con un precio que estaría en el orden de los 10 millones de dólares. Su pago podría haber sido fondeado con recursos personales o, eventualmente, financiado con los enormes fondos, provistos financieramente desde Caracas que maneja discrecionalmente la pujante aunque joven empresa de los Ortega: “Alba de Nicaragua”, que, entre otras cosas, monopoliza nada menos que (i) todas las exportaciones de productos alimenticios desde Nicaragua a Venezuela y (ii) toda la importación a Nicaragua de toda suerte de hidrocarburos venezolanos. No es poco. Interesante situación, envidiable más bien.
Cuando Ortega -antes de asumir la presidencia- declaró por última vez públicamente (en el 2002) como se conformaba su patrimonio personal manifestó que el mismo ascendía a apenas unos 220.000 dólares.
Su oxígeno financiero era entonces muy otro. Dicho de otra manera, está claro que sus hombros no eran entonces todo lo anchos que deberían ser para poder comprar empresas como la que acaba ahora de asumir el control y es la dueña de los importantes medios de comunicación antes aludidos. Es más, Don Daniel Ortega hoy es dueño, por ejemplo, inter alia, de tres camionetas Mercedes Benz que, en conjunto, valen unos 280.000 dólares. Increíble. Pero muy “bolivariano”, ciertamente. Mal que les pese a quienes los sufren directamente y también a quienes los sufrimos, aunque más indirectamente, con la colaboración de sumisos “valijeros”, como Don Antonini Wilson.
(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.

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